Pilar Roces Felgueroso

EDITORIAL PRENSA ASTURIANADirector: Isidoro Nicieza

GIJÓN 15 de Diciembre de 2005

Aunque haya muerto vivirá

CARLOS OSORO SIERRA
Querido Carlos: Quiero estar unido a ti y a toda tu familia en la muerte de tu hermana Pili. Ciertamente ese agujero tan hondo y oscuro que siempre aparece en nuestra vida como es la muerte nos deja sin palabras. Los humanos tenemos palabras para casi todo, pero para la muerte no tenemos ninguna, lo único que se nos ocurre es decir a quien padece este acontecimiento «te acompaño en el sentimiento» o «estoy contigo». Yo hoy quiero decirte otra cosa muy diferente, en la que tú crees profundamente.

Los que creemos hemos recibido una palabra de quien es más que nosotros, que vivió la muerte en su propia existencia y que resucitó y alcanzó la resurrección para nosotros. Él nos dijo: «Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá y todo el que vive y cree en mí no morirá para siempre».

¿Crees esto? Sé que tú lo crees. Y sé también que la inseguridad que viene de nosotros desaparece cuando asumimos la seguridad que Jesucristo mismo nos da. Pido al Señor por tu hermana. Mañana la misa la ofreceré por ella y la recordaré junto a todos vosotros, su familia. Con gran afecto.

Carta remitida por el Sr. Arzobispo, D.Carlos Osoro a Carlos Roces Felgueroso

EDITORIAL PRENSA ASTURIANA
Director: Isidoro Nicieza

GIJÓN 15 de Diciembre de 2005

Funeral en La Asunción por Pilar Roces Felgueroso

Pilar Roces Felgueroso.

María del Pilar Roces Felgueroso falleció el pasado lunes y recibió cristiana sepultura en Villalón de Campos (Valladolid).

Pili será despedida mañana, viernes, día 16 de diciembre, a las 19.45 de la tarde, en La Asunción, donde se celebrará un funeral por su eterno descanso. En el Colegio de La Asunción estudiaron las tres hermanas Roces Felgueroso y allí sus familiares rezarán por ella, muy cerca del hogar que compartieron en la niñez y juventud.

Era la mayor de nueve hermanos, de los que ahora sólo viven seis. Ella fue también madre de familia numerosa; casada, hace más de medio siglo, con Manuel Herrero Monje, fue madre de ocho hijos. Profunda creyente, Pilar vivió al servicio de su familia. Entregada a todos ellos, sin desmayar, desde la muerte de su hija Mercedes, en un accidente de automóvil, vivió con su pena y fue perdiendo la fuerza y la salud hasta su reciente muerte.

«Ante su muerte no debemos estar tristes ni lamentarnos. Su vida ha de servirnos de ejemplo a todos, para desterrar el egoísmo y servir a los demás con amor, como ella hizo durante tantos años», dice su hermano Carlos Roces